Dic 26, 2011 nutyvida Actividad física, Artículos, Salud y bienestar Comentarios desactivados en Actividad Física: Cuidados de su práctica en el verano
La falta de actividad física aumenta la incidencia del sobrepeso, la obesidad y una serie de enfermedades crónicas (EC), como las cardiovasculares y la diabetes, que disminuyen la calidad de vida, ponen en riesgo la vida de las personas y constituyen una carga para los presupuestos sanitarios y la economía de los países.
Un factor ligado a la actividad física y/o ejercicio que se realiza, es el estado de la condición física que poseen los individuos. Se define como la capacidad de una persona para realizar ejercicio y es un reflejo de la funcionalidad de la masa muscular, que no solamente provee la fuerza necesaria para el movimiento de la masa corporal, sino que además, es el tejido en el cual es consumida la mayor parte de la glucosa y la grasa, durante el tiempo en que el sujeto permanece despierto. Cuando esta funcionalidad se compromete, aparecen las enfermedades crónicas. La evidencia revela que sujetos con baja capacidad física presentan una mayor incidencia de alteraciones cardiovasculares, osteomusculares y metabólicas. Estudios nacionales realizados en adultos señalan que el 60% de la población evaluada se encuentra con un nivel de condición física deficiente.
Para mejorar esta situación, todos los individuos debiesen trabajar en mejorar la capacidad funcional muscular y aeróbica. Las recomendaciones de actividad física y ejercicio dadas por el American College of Sport Medicine, la American Heart Association y la British Association of Sport and Exercise Science, coinciden en que todos los sujetos sanos adultos deben tener como objetivo realizar 150 minutos semanales de actividad aeróbica de moderada intensidad. Las actividades aeróbicas s o n aquellas que se pueden mantener durante un periodo de tiempo prolongado tales como la caminata, trote, natación, ciclismo, etc.
Además, todos los adultos sanos debieran realizar adicionalmente actividades de fuerza muscular mediante el levantamiento de pesas, lo cual permitiría mantener la función de este órgano tan importante para la metabolización de sustratos y la mantención de la salud ósea. El nivel recomendado es equivalente a 4 a 6 tipos de ejercicios (sentadillas, bíceps, estocadas, etc.) dos veces a la semana. La metodología para realizarlo es de un minuto de ejecución, coincidiendo con la fatiga del grupo muscular en ejercicio, seguido de 2 minutos de descanso y repetida esta acción en 3 ocasiones.
Teniendo en cuenta las recomendaciones y la importancia de la práctica regular de ejercicios y actividad física, es necesario evitar riesgos debido a las altas temperaturas del verano, temporada en la cual muchas personas aprovechan el mayor tiempo libre para aumentar su práctica deportiva.
Para ejercitarse correctamente en este periodo, es muy importante considerar que durante la práctica de actividad se pierde una mayor cantidad de agua corporal, como consecuencia del mayor gasto energético y por el aumento de la temperatura corporal. Así, nuestro organismo comienza a transpirar (perdiendo más agua) para eliminar el calor.
La transpiración es la vía principal de pérdida de agua durante el ejercicio, por ello, la hidratación es una prioridad para las personas que realizan actividad física. La cantidad de líquido a reponer depende de la intensidad y duración del ejercicio, además de las condiciones del ambiente (temperatura y humedad).
En términos generales una persona debe hidratarse regularmente y no sólo al sentir sed, ya que, el mecanismo de la sed se manifiesta cuando ya se ha iniciado la deshidratación. Un buen modelo a seguir es tomar agua 20 minutos antes de realizar la práctica deportiva (alrededor de 400 ml). Durante el ejercicio, se tiene que tomar agua cada 15 minutos, (entre unos 150 y 200 ml) pero puede ser más si el calor y/o el trabajo físico es intenso, mientras que si el tiempo de ejercitación es prolongado, se sugiere agregar carbohidratos y electrolitos (5 a 8% del volumen total del líquido), lo cual se encuentra en las bebidas deportivas, y continuar con la hidratación después del esfuerzo físico. De este modo, se reduce el riesgo de deshidratación durante la práctica de ejercicio.
La vestimenta utilizada también es un factor a considerar ya que el uso de prendas que impiden la evaporación del sudor promueve un aumento excesivo de la temperatura corporal lo que es altamente perjudicial para el organismo. Fuera de discusión está el uso de prendas de plástico o goma (fajas, trajes, etc.) que lo único que producen es una mayor tasa de pérdida de agua, lo cual en ningún caso es indicador de una mayor utilización de grasa, como algunas personas pueden creer.
Algunas otras prácticas a considerar durante el ejercicio en periodo de verano es el uso de bloqueadores solares para evitar o disminuir las quemaduras producidas por la exposición al sol. El mercado ofrece algunas líneas deportivas que no desaparecen por la acción del sudor.
Por último, la hora del día en la cual alguien decide ejercitarse en lo posible debe coincidir con las menores temperaturas del día y radiación solar para evitar complicaciones debido a las altas temperaturas.
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