Para cualquier empresa, su capital más importante son las personas que la conforman. Cuando el trabajador está sano, es más eficiente, disminuyendo los riesgos de accidentes y manejando de mejor forma las situaciones de estrés.

Por:  Astrid Caichac, Nutricionista, MsC., INTA – Universidad de Chile

Durante los últimos años, nuestro país ha mostrado un importante crecimiento económico y productivo, el que se debe en gran parte por el aporte del sector empresarial y el consiguiente incremento de la fuerza laboral. Sin embargo, este esfuerzo ha significado una prolongada permanencia del trabajador en los lugares donde labora. Podríamos asegurar que en nuestro  trabajo pasamos gran parte de nuestro día.

Es aquí donde radica la importancia de la calidad de vida laboral, entendiendo por ésta, entre otros factores, el tipo de alimentación proporcionada y las condiciones de trabajo,las cuales son determinantes de la salud y calidad de vida de las personas.

Debido a esto, es que la OPS (Organización Panamericana de la Salud) ha considerado al lugar de trabajo como un entorno prioritario para la promoción de la salud en el siglo XXI.

Alimentación y Rendimiento Laboral.

La alimentación laboral ha alcanzado cada vez mayor importancia debido a sus efectos en la calidad de vida de los trabajadores y la productividad laboral, pero, ¿tenemos claras las razones de esta importante influencia?

Influye de varias maneras, pues la alimentación y nutrición están fuertemente ligadas al funcionamiento biológico del organismo. Por ejemplo, saltarse una comida (especialmente el desayuno o almuerzo) genera hipoglicemia (disminución de la concentración de azúcar en la sangre), lo que reduce el período de atención y ralentiza la velocidad a la que se procesa información.

Por otra parte, en personas con deficiencia de hierro se registra un deterioro en la capacidad física y el desempeño en el trabajo de hasta el 30%, el que se agrega a la aparición de debilidad, flojera y falta de coordinación. Adicionalmente, diversos estudios han demostrado que un trabajador obeso tiene el doble de probabilidades de ausentismo que una persona con su estado nutricional normal, lo que se debe a un exceso de nutrientes críticos en la alimentación.

La minería y su impacto en la alimentación laboral.

El sector de la minería es representativo del impacto de la alimentación en el desempeño. Por un lado, se ha consolidado como una de las principales actividades económicas del país, con una clara proyección y crecimiento a futuro. Pero se caracteriza por ser una actividad hostil, con extensas jornadas laborales, condiciones ambientales extremas y lejanía del núcleo familiar y social, lo que genera stress y ansiedad. Antiguamente, el trabajador minero era reconocido por el alto esfuerzo físico al que estaba expuesto, lo que aumentaba sus demandas energéticas, por lo que se les entregaba una alimentación con un aporte calórico superior.

Esta tendencia se mantiene en la actualidad. La alimentación del minero durante su jornada laboral es notoriamente hipercalórica, alta en grasas, azúcares y sodio. Indicadores que se reiteran en las colaciones de media mañana, que tiene similares características.

Sin embargo, la automatización de los procesos en minería ha disminuido su gasto calórico, por lo que su requerimiento nutricional es menor. Esto no se ha traducido en una readecuación de la cantidad y calidad nutricional de su alimentación, lo que ha fomentado el aumento de peso y desarrollo de enfermedades crónicas no trasmisibles relacionadas.

Por otra parte, si consideramos que a la altura geográfica donde deben trabajar se contraindican condiciones como presión arterial, obesidad mórbida u otras, se está arriesgando la situación laboral y de salud de los trabajadores. Mientras éstos no tomen una decisión responsable frente a sus hábitos alimenticios y de actividad física, en paralelo a que las empresas mejoren su oferta alimentaria, están corriendo un riesgo en su salud.

Beneficios de un trabajador sano para la empresa.

Para cualquier empresa, su capital más importante son las personas que la conforman. Cuando el trabajador está sano, es más eficiente, alerta y pleno de energía, disminuyendo los riesgos de accidentes y manejando de mejor forma las situaciones de estrés. En términos concretos, una alimentación adecuada y práctica de actividad física en funcionarios o trabajadores puede incrementar  los niveles de productividad en un 20%, según informe de la Organización Mundial de la Salud.

Una empresa saludable y responsable es aquella que protege a sus trabajadores frente a todos los riesgos de la actividad laboral, alentando un sentido de autoestima y control sobre el ambiente de trabajo.

Programa de Optimización de la Alimentación y Nutrición del Trabajador (PROAT).

Frente a esta realidad, el INTA de la Universidad de Chile ha implementado el programa PROAT (Programa de Optimización de la Alimentación y Nutrición del Trabajador). Éste, consiste en la intervención en alimentación saludable y calidad de vida laboral destinada a trabajadores y empresarios de diversas instituciones públicas o privadas con el objeto de mejorar sus hábitos alimentarios, estado nutricional y control metabólico. Lo anterior contribuye a disminuir licencias por enfermedad, accidentes, gastos en salud, mejora las relaciones laborales y la productividad de la empresa.

El PROAT es una intervención de 12 meses desarrollada por profesionales y académicos del INTA, adaptable a los requerimientos y características de cada empresa. Incluye un diagnóstico de la situación inicial, ejecución de la intervención y una evaluación final.

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