La obesidad en los  escolares se ha asociado a una insuficiente actividad física y a un elevado consumo de alimentos elaborados con alto contenido de dichos nutrientes críticos. Un factor importante en qué tipo de colación se consume, es que hoy los niños llevan más dinero para comprar en el kiosco de la escuela.

Por: Nelly Bustos Z. Nutricionista INTA de la Universidad de Chile. Magíster en Ciencias de la Nutrición, con mención en Nutrición Pública. Candidata a Doctora en Alimentos y Nutrición de la Universidad de Chile.

¿Qué le envío de colación a mi hijo? es la pregunta frecuente que se hacen los padres para definir qué enviarles a la escuela. La respuesta rápida e instintiva es echarles en su mochila o lonchera un paquete de galletas, jugos, bebidas y otros alimentos con altos contenidos de grasa, azúcar y sal; o bien, darles dinero para que compren la colación en el kiosco del colegio.

La obesidad en los  escolares se ha asociado a una insuficiente actividad física y a un elevado consumo de alimentos elaborados con alto contenido de dichos nutrientes críticos . En los últimos años se ha observado que los niños, aún los más pobres, disponen de dinero para comprar alimentos, lo cual, unido a una oferta ilimitada de productos de alta densidad energética y a fuertes campañas de marketing desarrolladas por compañías que comercializan estos productos junto a regalos coleccionables, potencian el consumo de estos alimentos dentro de las escuelas. Así, es posible identificar como barreras para alimentarse en forma saludable la publicidad, la amplia oferta y bajo costo de las bebidas y alimentos de alta densidad energética, señalando como contrapartida la falta de publicidad, baja disponibilidad y alto costo de los alimentos saludables.

Estudios recientes, como el que se muestra más abajo, han revelado que el 60% de los niños dispone de dinero para comprar alimentos y el 29% de ellos además del dinero lleva colaciones desde sus hogares. Los alimentos habitualmente adquiridos en el kiosco escolar son productos envasados dulces (35%), jugos y helados (33%) y productos envasados salados (30%). El 11% compra yogur y el 7% fruta, señalando como motivaciones para comer alimentos no saludables el sabor, la oferta en el kiosco y el bajo precio de los alimentos poco saludables.

Hace más de 10 años que se ha observado en diversos estudios que la disponibilidad de dinero en los niños ha ido en aumento, al igual que la baja presencia en las colaciones escolares de alimentos más saludables y la diversidad de alimentos con altos contenidos de grasa, azúcar y sal que llevan en sus mochilas.

El año 2013 el Programa Espacio Saludable –proyecto asociativo del INTA con Tresmontes Luchetti para enfrentar la obesidad en las escuelas públicas del país—efectuó un estudio en cuatro regiones del país. Éstas fueron: Región del Bío Bío, Región del Libertador Bernardo O´Higgins, Región de Valparaiso y Región Metropolitana. Éste reveló que los niños entre 6 y 8 años de edad llevan entre dos y cuatro alimentos de colación para la jornada escolar. Además, se encontraron niños que llevaban ocho y más alimentos.

Dentro de este mismo programa se identificaron los tipos de alimentos que llevaban los niños desde sus hogares. El 33.8% de los niños lleva fruta de colación, el 44% lleva algún producto lácteo y sólo el 1,5% lleva frutos secos como nueces o almendras. Por el contrario, el 40,7% de los niños lleva snacks dulces y el 44% bebidas con azúcar.

¿Cómo fomentar las colaciones más saludables en las escuelas?

El Programa Espacio Saludable incorpora intervenciones en los ámbitos de educación alimentaria nutricional, actividad física, involucramiento de la comunidad escolar y modificación del entorno a través de un kiosco saludable, lo que permite un positivo reforzamiento de estilos de vida saludables desde la infancia.

También considera la capacitación de los docentes, en la cual se aborda la educación alimentaria nutricional dentro del aula con el material educativo ¡Qué rico es comer sano!, elaborado por el INTA. En este libro se trata el tema de las colaciones escolares y su calendarización.

Después de 6 meses de intervención, los niños que llevaban 4 o más colaciones (44,6%) disminuyeron al 29% al final de la misma. Además disminuyeron las colaciones no saludables como snacks dulces, salados y bebidas con azúcar que traían desde sus hogares. Sin embargo, no se logró aumentar significativamente las colaciones más saludables como la fruta, el yogurt y los frutos secos .

Si bien es cierto las colaciones no son tan necesarias como el desayuno, generalmente se consumen cuando el rango de tiempo entre una comida y otra sobrepasa las 5 horas. Sin embargo, la colación ya es un hábito arraigado de los niños durante los recreos, el que se relaciona con el consumo de snacks, como las papas fritas, las galletas y otros productos que no son los alimentos más adecuados para la colación, ya que tienen un alto contenido calórico, de grasas saturadas o de sal y/o azúcar y cuyo consumo potencia el aumento de la obesidad infantil, tanto en Chile como en el mundo.

¿Qué alimentos son apropiados para llevar de colación?

Es sabido que los padres muchas veces no saben qué enviar de colación a sus hijos. Por ello, adjuntamos una serie de sugerencias de alimentos, frutas y verduras, señalando además la cantidad adecuada y las calorías que tienen.

¿Cuántas calorías debe aportar una colación saludable?

Si bien las recomendaciones de energía varían según la edad y el estado nutricional de las personas, se sugiere que las colaciones no aporten más de 200 calorías. No debemos olvidar que la colación  no reemplaza al desayuno por lo que no es necesario llevar cuatro o cinco alimentos para una colación.

Recomendaciones
Las colaciones no reemplazan al desayuno o a un plato de comida.
Al momento de elegir la colación privilegie la calidad versus la cantidad.
Trate de no exagerar la cantidad de los alimentos para una colación.
Evite las golosinas, las bebidas, las papas fritas, alimentos ricos en grasa y azúcar.
Prefiera los productos lácteos, los cereales o bien las frutas naturales o frutos secos
como las pasas, higos secos, ciruelas, nueces, almendras o maní.
Si da dinero a sus hijos guíelos para que elijan alimentos de bajo aporte calórico.
Fíjese que el kiosco de la escuela venda alimentos saludables a precios accesibles.
Enseñe a sus hijos a distinguir y a preferir alimentos saludables para fomentar desde la infancia una manera de vivir más sana y feliz.

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