El cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer en la mujer en Chile. Se han descrito diferentes factores de riesgo de cáncer de mama, como la edad, edad de la primera menstruación, dar poca lactancia materna entre otros. En los últimos años el interés científico por explorar la relación entre densidad mamaria y cáncer de mama ha ido en aumento, demostrando que las mamas densas se asocian con hasta cinco veces un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Dra. Ana Pereira, PhD London School of Hygiene and Tropical Medicine, Profesora Asistente, Unidad de Nutrición Pública, INTA – U de Chile

El tejido glandular de la mama es aquel que contiene las células encargadas de secretar la leche materna al momento de amamantar al bebé. Las mamas que tienen mayor proporción o porcentaje glandular en relación al volumen total de la mama, se entienden como mamas densas. Una mujer obesa puede tener menor proporción de mamas densas, dado que su volumen total de mama está compuesto por una mayor cantidad de tejido graso, es decir, tejido no denso. Por su parte, las mujeres muy delgadas pueden tener mamas más densas solo porque tienen muy poco tejido graso. En los últimos años, se ha descrito que las mamas densas tienen un mayor riesgo de presentar cáncer de mama.

En general las mujeres jóvenes tienen mamas más densas, pero en el transcurso de la vida la densidad mamaria va disminuyendo, es decir mujeres jóvenes tienen mamas más densas que mujeres de mayor edad. La densidad mamaria puede ser comprobada mediante una mamografía, examen que se realiza como tamizaje para detectar si hay lesiones sospechosas para cáncer de mama y que  se recomienda realizarlo a partir de los 40 a 50 años, según factores de riesgo y si existen antecedentes familiares de cáncer mamario.

El rol de la obesidad en la densidad mamaria no está totalmente dilucidado, particularmente en etapas tempranas de la vida, como tampoco la compleja relación entre obesidad y cáncer de mama, ya que en las mujeres después de la menopausia, la obesidad es un factor de riesgo de cáncer de mama, sin embargo, en las mujeres pre menopaúsicas parece que podría tener incluso un rol protector. Dado ello, el Centro de Investigación de Ambientes Alimentarios y Prevención de Enfermedades Crónicas (CIAPEC) del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile se ha abocado con financiamiento nacional e internacional, a evaluar los factores que determinan la cantidad de tejido denso en las mamas y por ende, el aumento del riesgo de padecer este cáncer.

Investigación en cohorte de 1000 adolescentes y sus madres

Desde el año 2010, CIAPEC ha estudiado cómo la relación de la densidad mamaria puede aumentar las posibilidades de desarrollar cáncer, línea de investigación que ha estado inserta en el Estudio de Crecimiento y Obesidad (ECO) en el que participan una cohorte aproximada de 1000 adolescentes, que fueron reclutados en el año 2006 a la edad de 4 años y que continúan en la actualidad.

Las jóvenes y sus madres de este grupo participan en el estudio de “Determinantes Tempranos de Cáncer de Mama (DERCAM)”, el cual tiene por propósito estudiar factores de riesgo del cáncer de mama. Desde su inicio hace 8 años atrás, se ha observado que si bien las mamas en las madres de la cohorte son proporcionalmente menos densas en mujeres obesas (dada una mayor cantidad de tejido graso no denso), la cantidad de tejido glandular absoluta, es decir, el número total de células, es mayor al compararlo con mujeres no obesas.

Se ha detectado también que las mujeres con mayor circunferencia de cintura tienen una mayor cantidad de tejido glandular que mujeres con cinturas más chicas. Estos resultados permiten apuntar a que las mujeres con obesidad podrían tener una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama, dado que tienen una mayor cantidad de tejido glandular susceptible a mutación, independiente de si la relación porcentual con el tejido graso es menor. Por lo tanto, mantener un peso normal durante la vida de una mujer es vital para reducir el riesgo de presentar cáncer de mama luego de la menopausia.

Además, se ha detectado que la densidad mamaria es máxima al final de la pubertad y luego ésta podría modificarse según otros factores. Por lo tanto, CIAPEC está estudiando en las hijas adolescentes de la cohorte diferentes factores de riesgo que puedan determinar que algunas tengan mayor densidad mamaria que otras, lo cual podría implicar un mayor riesgo futuro de cáncer de mama.

Uno de los mayores intereses del estudio en curso es evaluar cómo la relación entre la obesidad y la ganancia de peso en los primeros años de vida puede afectar la composición de la mama. Estos resultados permitirán establecer acciones preventivas a temprana edad para el control del cáncer de mama, mediante la mantención de un peso adecuado desde los primeros años.

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