Si bien la certificación ha sido utilizada preferentemente por las empresas de mayor tamaño, existe la necesidad de abrir nuevos modelos de negocios que apoyen a la mediana y pequeña empresa innovadora que se encuentre desarrollando productos saludables.
Por Carmen Gloria Yáñez G., Ingeniero en Alimentos, Gerente de Asistencia Técnica INTA – Universidad de Chile.
Con una producción de 37 mil 500 millones de dólares en el año 2013, de los cuales el 56 por ciento se consumió en el país y el 44 por ciento se exportó, la industria alimentaria se alza como la segunda industria exportadora nacional, en un rubro que cada vez se complejiza más, tanto por las exigencias de los consumidores como por las normas y regulaciones a las que está sometida y que de acuerdo al estudio Chile Saludable realizado por la Fundación Chile, tiene oportunidades de innovación y crecimiento asociadas a una creciente demanda de los consumidores por alimentos más saludables.
El mismo estudio, publicado en mayo de 2013, indica que el mercado de los alimentos clasificados en la categoría Salud y Bienestar representa un 19 por ciento de las ventas retail de la industria de alimentos procesados y bebidas en Chile, con tasas promedio de crecimiento anual que han llegado a duplicar en los últimos años a algunas categorías de alimentos convencionales. Asimismo, establece que entre 2007 y 2012, mientras las ventas de productos congelados aumentaron en un 5,7 por ciento, las comidas preparadas y las sopas registraron un crecimiento del 9,9 y el 13,3 por ciento respectivamente.
Con el objeto de contribuir a mejorar la calidad de los alimentos y fomentar hábitos alimentarios saludables en la población, mediante la transferencia del conocimiento en alimentos y nutrición, la Dirección de Asistencia Técnica del INTA, que constituye el nexo entre la industria alimentaria y la actividad académica, ha desarrollado desde su creación una serie de servicios para la empresa, entre los que se encuentran la certificación de productos, convenios de asesoría técnica, análisis de alimentos, estudios clínicos, y el Programa de Optimización de la Alimentación del Trabajador, PROAT.
Además de la implementación de nuevas técnicas de análisis como alérgenos, vitaminas y micotoxinas en el Centro de Alimentos del Instituto, los distintos Laboratorios del INTA, entre ellos, Evaluación Sensorial, Microbiología y Probióticos, Biotecnología, Lípidos, Antioxidantes, Genómica Aplicada y Genética Molecular Vegetal, cuentan con una serie de análisis. Mencionamos como ejemplos: análisis de aceptabilidad y calidad sensorial, evaluación microbiológica y auditoría de buenas prácticas de manufactura, estabilidad de grasas, análisis genéticos, bioidentificación y cuantificación de microorganismos en alimentos, y caracterización del tenor antioxidante de productos destinados a la alimentación humana, mediante la determinación de los valores ORAC, FRAP, TEAC y Composición Polifenólica, entre otros.
Uno de los principales servicios que canaliza la Dirección de Asistencia Técnica, DINTA, es la Certificación de Alimentos, que tiene como clientes a las empresas más grandes del país. En la actualidad, la certificación suma 25 productos. Cabe destacar que la entrega de un sello de certificación por parte del INTA implica un análisis y control permanente del producto, revisión del rótulo, incluyendo descriptores y mensajes saludables de acuerdo al Reglamento Sanitario de los Alimentos, así como visitar la planta de producción y asesoría permanente en la reformulación del producto en caso de ser requerido.
Si bien la certificación ha sido utilizada preferentemente por las empresas de mayor tamaño, existe la necesidad de abrir nuevos modelos de negocios que apoyen a la mediana y pequeña empresa innovadora que se encuentre desarrollando productos saludables. De esta manera, Asistencia Técnica del INTA ha implementado un plan de vinculación con estos sectores para abrir la certificación a las pequeñas y medianas empresas, siempre y cuando cumplan una serie de requisitos que el INTA va a definir, caso a caso, considerando la naturaleza del alimento y el grupo etario a quien va dirigido. El interés principal es privilegiar alimentos saludables que se destaquen dentro de su categoría.
Otro servicio que puede ser de gran ayuda para las PYMES es el análisis necesario para la elaboración del etiquetado nutricional de sus productos. El INTA cuenta con los laboratorios para realizar todos los análisis de etiquetado tanto para comercializar el producto en Chile como en el exterior, como con los profesionales que pueden elaborar la tabla nutricional una vez obtenidos esos resultados.