Ponga atención: el descenso de estrógenos que se produce en la mujer durante esta etapa puede causar cambios cognitivos que afectan temporalmente la memoria.
Muchas mujeres que pasan por la menopausia se quejan por las fallas en su memoria. A veces les resulta complicado recordar una palabra, los ingredientes de una receta o hasta una cita médica. Sus quejas tienen algo de cierto, pues nuevos estudios revelan que estos olvidos son un síntoma de la menopausia, pero no afectan directamente la capacidad de recordar, sino la habilidad de retener información. Sin embargo, la buena noticia es que estos síntomas son pasajeros.
La primera en investigar esta situación fue la neuróloga Gayatri Devi, del Hospital Lenox Hill en Nueva York, quien detectó que una de sus pacientes presentaba pérdida de memoria y desorientación a causa de una drástica reducción de sus niveles de estrógeno, la hormona cuya producción comienza a decaer justamente durante los años previos a la menopausia.
Luego de años de investigaciones, Devi pudo comprobar que uno de los síntomas de la menopausia es precisamente la “niebla mental”, esos olvidos que muchas mujeres sufren sin tener conciencia de qué se trata y que se caracteriza por las dificultades para recordar y encontrar palabras o concentrarse en varias tareas a la vez.
En esta etapa, y desde la premenopausia, puede que las mujeres, por ejemplo, empiecen a cruzar palabras como “lavar la ponedora” en vez de decir “poner la lavadora”, o referirse a objetos que quieren nombrar como “eso” o “esa cosa”. También puede ser que al ir a la tienda no recuerden qué querían comprar y pueden tener problemas para repetir una secuencia o para contar una historia. Además, pueden presentar falta de concentración.
Nuevos estudios sugieren que los problemas en la memoria y el procesamiento de la información se solucionan en la posmenopausia.
¿Qué hacer ante esta situación?
Aunque no hay estudios definitivos, todo parece apuntar a que la “niebla mental” es transitoria y se despeja a medida que el cerebro se acostumbra a funcionar con poco o nada de estrógeno.
Sin embargo, en algunos casos, sobre todo en mujeres más jóvenes, de entre 40 y 50 años, la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos, enfocada a cada caso específico, también ayuda a reducir estos olvidos; pero en una edad más avanzada no reporta los mismos beneficios y puede ser, incluso, contraproducente. En cada caso, es mejor consultar a un médico.
Pero, para quienes no padezcan olvidos tan agudos por la falta de estrógenos, hay muchas otras medidas que pueden contribuir a mejorar el desempeño cognitivo. Por ejemplo:
- Hacer ejercicio aeróbico al menos 30 minutos a día.
- Estimular el cerebro con juegos y ejercicios mentales.
- Cumplir una rutina para mejorar el sueño.
- Disminuir el consumo de alcohol por la noche.
- Adoptar una dieta mediterránea, que incluya vegetales, frutas y frutos secos.