Para la gran mayoría de niños y adolescentes, la única posibilidad de tener ejercicio programado está en el colegio. Los escolares que realizan deporte o actividad física más de 4 horas a la semana, tienen mejor rendimiento académico en la prueba SIMCE. De esta manera, se rompe el mito de que hacer deportes, disminuye tiempo para estudiar; más bien, ayuda a una mejor función cerebral y cognitiva.

Por:  Raquel Burrows, Médico Cirujano Universidad de Chile, Profesora Asociada, Académica del INTA.

La evidencia científica coincide en demostrar el efecto beneficioso del ejercicio programado para la salud mental y cardiovascular. Tanto la actividad como la condición física determinan un menor riesgo cardiovascular en los jóvenes y una menor prevalencia de enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2 y el infarto al miocardio en población adulta. Se suma a lo anterior, la evidencia que muestra que, en niños y adolescentes, la práctica regular de ejercicio o deportes se asocia a una mejor función cerebral y cognitiva así como a un mayor rendimiento académico. La relación entre ejercicio y rendimiento académico estaría dada tanto por factores fisiológicos como psicológicos, a través de un aumento del flujo sanguíneo y por lo tanto de la oxigenación del cerebro; de una reducción de las hormonas determinantes del stress; de una mejora del estado de ánimo, y de una mayor eficiencia de la actividad neuronal. También factores socioeconómicos y educacionales pueden explicar la asociación positiva entre ejercicio físico programado y rendimiento escolar, ya que los establecimientos educacionales privados, que obtienen un mejor rendimiento en pruebas estandarizadas como el SIMCE, tienen también una mejor infraestructura y un mayor número de horas semanales de ejercicio programado.

Ejercicio programado: el colegio, el lugar más indicado para desarrollarlo.

Para la gran mayoría de niños y adolescentes, la única posibilidad de tener ejercicio programado está en el colegio. Sin embargo, la constante presión de los padres para que sus hijos alcancen un mejor rendimiento ha llevado a disminuir las horas de ejercicio y deportes para dedicar más tiempo al estudio de otras materias.

Por otro lado, el propio sistema escolar ha ido aumentando las horas semanales de Castellano, Matemáticas, Historia y Ciencias, en desmedro del tiempo dedicado a la práctica de ejercicio programado, para mejorar el rendimiento académico de los establecimientos, especialmente en las pruebas estandarizadas que miden la calidad de la educación.

Estudio INTA: relación directa entre ejercicio y rendimiento académico.

Un estudio realizado en el INTA de la Universidad de Chile (FONDECYT Nº1100431), a cargo de la profesora Daniza Ivanovic, investigó los factores asociados al rendimiento académico en 1.271 escolares de diferentes niveles socioeconómicos de la Región Metropolitana. Se encontró una relación directa y significativa entre las horas de ejercicio semanal y el rendimiento en la pruebas SIMCE.

El 79% de los escolares reportó menos de 2 horas semanales de ejercicio programado, un 10.6% reportó de 2 a 4 horas semanales y un 10.2% más de 4 horas semanales. Este último grupo obtuvo mayores puntajes en las pruebas SIMCE de Lenguaje, Matemáticas y Ciencias al compararlos con los otros dos grupos. Por otro lado, al margen del nivel socioeconómico, tipo de colegio, curso y sexo, el 50% de los escolares con más de 4 horas semanales de ejercicio, se ubicó entre los estudiantes de puntaje más alto (percentil 75 a 100) en el SIMCE. En cambio, sólo el 20% de los niños con menos de 2 horas semanales de ejercicio se situó en ese rango (Figura 1).

Estos resultados coinciden con los obtenidos por otros estudios que muestran lo equivocados que estamos cuando pretendemos mejorar el rendimiento académico de los escolares disminuyendo las horas de ejercicio programado. Para mejorar las notas de nuestros escolares debemos aumentar su tiempo dedicado a ejercicio y deportes. La evidencia científica habla por sí misma.

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