Plátano al desayuno, plátano de postre, plátano con leche para la once, plátano frito en Cuba, queque de plátano en casa de la abuela y tantas otras preparaciones evidencian el protagonismo de una fruta que lidera la alimentación alrededor del mundo.
Por Guillermo Figueroa Gronemeyer, Profesor Asociado, Laboratorio de Microbiología y Probióticos, INTA – Universidad de Chile
La producción mundial de plátanos, estaría en riesgo por acción de un fitopatógeno. Esto es muy relevante ya que esta fruta es una importante fuente de carbohidratos, fibra, vitamina B6, así como potasio, fosforo y calcio. Todos estos beneficios nutricionales hacen del plátano un alimento básico para la población de muchos países subdesarrollados.
Cabe considerar que el plátano es uno de los cuatro alimentos de mayor producción mundial junto al trigo, el maíz y la leche. Se calcula que anualmente, su producción alcanza 860 millones de toneladas y de ellas, solo el 10% se comercializa fuera de los países productores.
Sin embargo, existe una enfermedad del plátano conocida como la Sigatoka Negra, causada por un hongo Dothideomycete denominado Pseudocercospora fijiensis. El daño económico que genera este trastorno ocasiona graves pérdidas productivas, además de una maduración precoz y, consecuentemente, el resultado de frutas visiblemente alteradas.
Producto de la falta de defensas del árbol del plátano, frecuentemente, se hace imprescindible usar fungicidas, lo cual incrementa los costos productivos, produce una rápida evolución de resistencia al tratamiento y un importante daño ecológico, causado por la presencia de residuos químicos, en las plantaciones alrededor del mundo.
Investigadores asociados (PLOS Genetics DOI:10.1371/journal.pgen.1005876) de varios países acaban de publicar un estudio, en el cual se secuenció y ensambló el genoma completo del agente causal de la Sigatoka (P. fijiensis). Para sorpresa de los científicos, los resultados mostraron que al secuenciar P. fijiensis en paralelo se activaron genes de otras dos especies de hongos (P. eumusae y P. musae), nunca antes descritas en esta patología. Así, los análisis genotípicos demostraron que P. fijiensis mostraba alta diversidad.
Al comparar cepas del hongo, susceptibles o resistentes al fungicida, se pudo demostrar que las susceptibles poseían una proteína de 121 aminoácidos que denominaron PfAvr4, no así las resistentes, situación que según los autores, abre una interesante alternativa para reemplazar el uso de fungicidas en el tratamiento de la Sigatoka del plátano. Es así como, entre otros beneficios y aportes para la humanidad, la población podrá seguir consumiendo leche con plátano sin ningún riesgo.